La vida del español Gregorio Morales Villena, un autor que enriqueció al mundo de las letras con poesías, ensayos, relatos breves, obras teatrales y novelas, se inició el 7 de julio de 1952 en la ciudad de Granada.
Según se advierte al repasar sus vivencias, la literatura lo sedujo desde edad temprana y lo impulsó a crear sus primeros relatos cuando todavía no tenía ni una década de existencia. Al crecer, asistió a la Universidad de Granada para formarse en Filología Románica.
Ya instalado en la capital de España, Morales Villena, quien en su localidad de origen fue colaborador del diario “Ideal”, fundó la Tertulia de Creadores en el Círculo de Bellas Artes, un espacio por donde pasaron los representantes más sobresalientes tanto de la denominada “movida madrileña” como de la posmodernidad española. Por ese entonces corría la década del ’80, una década durante la cual este escritor presentó propuestas como “Y Herperia fue hecha”, “Puntos de vista”, “Razón de amor”, “La cuarta locura” y “Erótica sagrada”.
Con el paso del tiempo, su producción se ampliaría con títulos como “El amor ausente”, “El pecado del adivino”, “El cadáver de Balzac”, “El devorador de sombras”, “El mundo de la cultura cuántica”, “La individuación”, “Principio de incertidumbre”, “Nómadas del tiempo”, “Sagradas palabras obscenas” y “Marilyn no es Monroe”, entre muchos otros.
A este hombre que fue militante de la Izquierda Republicana, estuvo al frente en 1994 del Salón de Independientes que ayudó a desarrollar y participó en la Academia de Buenas Letras de Granada como miembro de número, la muerte le llegó el 22 de junio de 2015 tras sufrir un infarto en su tierra natal. Meses después de su desaparición física, los intelectuales nucleados en la Tertulia del Salón se convocaron en Granada para rendirle un homenaje a Gregorio Morales Villena con el respaldo y la participación de la asociación UCAR-Granada, una entidad que tuvo al fallecido autor como socio.
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