El mexicano Guillermo Samperio, quien a fuerza de talento y trabajo logró ser considerado como uno de los autores más prolíficos de su país, se marchó de este mundo el 14 de diciembre de 2016, dejando un vacío imposible de llenar en el campo literario.
Desde entonces, quedan sus libros y el recuerdo de su figura como testimonios de la existencia de este hombre que nació el 22 de octubre de 1948 en la Ciudad de México y que, antes de dedicarse por completo a la creación de textos, sumó experiencia como dibujante, supervisor técnico industrial, vitralista y diseñador.
A lo largo de su trayectoria, además de provocar admiración en un gran número de lectores gracias a sus poesías, ensayos, novelas y cuentos, este descendiente del músico William Samperio Ruiz acumuló múltiples reconocimientos, entre los cuales se pueden mencionar al Premio Casa de las Américas por “Miedo ambiente”, al Premio Instituto Cervantes de París por “¿Mentirme?” y al Premio Letterario Nazionale di Calabria e Basilicata 2010 por “La Gioconda en bicicleta”.
De querer profundizar los conocimientos sobre el legado de este escritor que impartió diferentes talleres, también adquieren relevancia títulos como “Cuando el tacto toma la palabra”, “El fantasma de la jerga”, “Ellas habitaban un cuento”, “Caballos de oro en la noche”, “Anteojos para la abstracción”, “Hidalgo, aventurero astuto de corazón grande” y “Volvimos a escuchar ese adagio de Mozart”, entre otros.
Y para conocer los intereses de Samperio, merecedor de varios homenajes tanto en vida como después de su muerte, nada mejor que apelar al archivo para encontrar, en notas periodísticas y entrevistas que él concedió, información que deja al descubierto su pasión por el baile, su entusiasmo por distintos estilos musicales, su disfrute de la lectura, su atracción por la pintura y su amor por el cine, por ejemplo.
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