El boliviano Guillermo Viscarra Fabre, quien además de dedicarse a la creación literaria sumó experiencia como profesor, nació el 23 de junio de 1900 en la localidad de Sorata. A continuación compartiremos datos de interés sobre su vida y obra con el objetivo de renovar el interés general por su figura y permitir que las nuevas generaciones sepan quién fue y que contribuciones culturales realizó.
En primer lugar vale la pena señalar que este descendiente de la pareja compuesta por Carmela Fabre y Francisco Viscarra trabajó en la Escuela de Bellas Artes ubicada en La Paz dando clases de Historia del Arte y, en la misma ciudad, pasó por el Conservatorio Nacional de Música para enseñar Historia de la Música y aceptó desempeñarse en la Facultad de Filosofía y Letras perteneciente a la Universidad Mayor de San Andrés como catedrático de Introducción a las Letras.
Al repasar su trayectoria se advierte también que representó a su país como agregado cultural en Buenos Aires y que ejerció el cargo de cónsul en suelo peruano. Asimismo, fue admitido por el Ateneo de Ciencias y Artes de México como miembro correspondiente, participó en la Dirección de Cultura de la Municipalidad de La Paz como vocal, asumió en el Instituto Indigenista Boliviano la jefatura del Departamento de Lingüística de Idiomas Vernaculares y llevó adelante la dirección de “Revista de México”.
De hacer foco en el plano sentimental se advierte que su compañera de vida fue Laura Aguilar Murguía, junto a la cual tuvo varios descendientes: Braulio, Juan Guillermo, Gonzalo, Laura y Ariel.
La sensibilidad artística de Guillermo quedó plasmada e inmortalizada en libros como “Nubladas nupcias”, “Cordillera de sangre”, “Criatura del alba”, “Andes” y “Vida y poesía”.
Cabe destacar que Viscarra Fabre, un hombre que con sus conocimientos y actividades enriqueció la cultura de su país, encontró la muerte en La Paz en 1980.
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