El 12 de diciembre de 1909 se produjo en el pueblo alemán de Bad Freienwalde el nacimiento del psicoanalista y escritor de origen judío Hans Alex Keilson.
Al repasar su vida y obra se puede saber que, tras estudiar Farmacia en Berlín, Hans se desempeñó como músico y dictó clases en diversas instituciones educativas privadas.
En 1936 se marchó exiliado a los Países Bajos junto a su pareja Gertrud Manz, una mujer católica que, para casarse con él, se convirtió al judaísmo. Por ese entonces, utilizando el seudónimo de Benjamin Cooper, desarrolló obras literarias en neerlandés.
Este hombre que fue parte de la resistencia holandesa siempre se reprochó no haber podido salvar a sus padres, quienes fueron asesinados poco después de haber sido deportados a Auschwitz. Para evitar sumar más tragedia y lograr sobrevivir, al nacer Bárbara, su primera hija, el autor se instaló en la localidad de Delft y evitaron decir que él era el padre: su esposa aseguró que la niña era fruto del amor con un oficial alemán.
“La vida sigue”, “La muerte del adversario” y “Ahí está mi casa” son títulos traducidos a múltiples lenguas que permiten apreciar el talento literario de Keilson, autor que tras enviudar en 1969 rehízo su vida sentimental junto a Marita Lauritz, historiadora con la cual trajo al mundo en 1974 a Bloeme.
Este escritor, además de crear textos, dedicó tiempo y esfuerzo para cofundar una entidad destinada a huérfanos, a quienes asistió y contuvo. Asimismo, trabajó mucho tiempo en el Departamento de Psiquiatría Infantil perteneciente a la Clínica Universitaria de Ámsterdam y dirigió en el extranjero el PEN alemán.
Hans Keilson, quien fuera merecedor de distinciones como el Premio Johann Heinrich Merck, la Medalla Moses Mendelssohn y el Welt Literaturpreis falleció en la ciudad de Hilversum el 31 de mayo de 2011.
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