El Medellín de 1958 fue testigo del nacimiento de Héctor Abad Faciolince, un colombiano que eligió ser parte del mundo de las letras a través de artículos periodísticos, traducciones, ensayos y novelas.
Según se cuenta, antes de alcanzar popularidad como autor intentó instruirse en su ciudad natal en Medicina, Filosofía y Periodismo, pero no llegó a completar ninguna de ellas. Sí, en cambio, se especializó en Lenguas y Literatura Moderna, dos carreras que cursó en la Universidad de Turín.
«Asuntos de un hidalgo disoluto», «Fragmentos de amor furtivo», «Basuraz», «Angosta», «Las formas de la pereza», «El olvido que seremos» y «El amanecer de un marido» son algunos de los títulos que le han permitido demostrar su sensibilidad narrativa, su creatividad y su dominio del lenguaje.
Su trayectoria se respalda también con su experiencia como periodista, una faceta que lo ha llevado a ser columnista de la revista «Semana», a desempeñarse como asesor editorial del diario «El Espectador», a dirigir la revista «Universidad de Antioquia» y a publicar artículos de tipo académico en publicaciones de Colombia, España, México, Italia y Gran Bretaña. Como traductor, Abad Faciolince ha trabajado sobre las obras de diversos colegas italianos.
A medida que su figura se volvió más prestigiosa y reconocida a nivel internacional, este talentoso colombiano tuvo el honor de acceder a privilegios como el de ser conferencista invitado en la Universidad de Columbia y en la Feria del Libro de Fráncfort, ser becario del Servicio Alemán de Intercambio Académico y ser jurado de premios como el del Ministerio de Cultura de Colombia, del Premio Casa de las Américas de Cuba, de Casa de América de Madrid y del de la Cámara de Comercio de Medellín.
Por su labor como escritor y periodista, además, ha sido honrado con distinciones como el Premio Nacional de Cuento, el Premio Simón Bolívar de Periodismo de Opinión y el Premio Casa de América de Narrativa Innovadora, entre otras.
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