La vida de la escritora, profesora y crítica literaria colombiana Helena Araújo Ortiz comenzó el 20 de enero de 1934 en Bogotá.
Desde temprana edad, esta descendiente de la pareja conformada por Emma Ortiz Márquez y Alfonso Araújo Gaviria mostró tanto intereses políticos como literarios. Como su padre estuvo muchos años dedicado a las actividades diplomáticas, esta autora tuvo oportunidad de residir y estudiar en Estados Unidos, Venezuela y Brasil.
La Immaculata High School de Washington D.C. en su adolescencia y las universidades de Maryland y de Colombia donde, de joven, se formó en Filosofía y Literatura fueron algunas de las entidades educativas que la tuvieron como alumna.
En 1971, Araújo Ortiz se mudó a la ciudad suiza de Lausana con Gisèle, Jocelyne, Nicole y Priscilla, las hijas que tuvo junto a Pierre Albrecht de Martini. Sin un compañero que la ayudara en la crianza de sus herederas pero con la confianza y la valentía femenina para luchar y salir adelante en pos de su progreso, su bienestar y su superación, Helena amplió allí sus conocimientos en las universidades de Ginebra y de Lausana.
“Signos y Mensajes”, “La ‘M’ de las Moscas”, “Fiesta en Teusaquillo”, “Las cuitas de Carlota” y “Esposa fugada y otros cuentos viajeros” son parte de los títulos que forman parte de la producción literaria de quien, además de publicar libros, trabajó en Suiza dando clases de Cultura Hispánica.
Por su buen desempeño cultural, esta intelectual que fue parte de seminarios centrados en literatura tanto española como latinoamericana fue merecedora de múltiples reconocimientos. En 2009, temporadas después de haber sido distinguida en suelo suizo por su legado, recibió un homenaje en el marco del VI Encuentro de Escritoras Colombianas. Mucho antes, gracias a “Post-nadaístas colombianas”, el Club del Libro Español de las Naciones Unidas le adjudicó el Premio Platero.
El 2 de febrero de 2015, Helena Araújo encontró la muerte en la localidad suiza de Lausana.
Comentarios1
Conocí electrónicamente a Helena y leí dos de sus obras. Afectuosa y muy inteligente. Lamento tanto su desaparición.
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