Ida Vitale

La llamada Generación del 45 está formada por varios de los más importantes exponentes de la literatura uruguaya del siglo XX, como Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti. En este grupo también suele ser incluida Ida Vitale, una escritora, crítica literaria y traductora que nació el 2 de noviembre de 1923 en la ciudad de Montevideo.

Descendiente de italianos, Vitale se formó en Humanidades y trabajó como docente. Su acercamiento a la poesía se produjo a través de las obras de María Eugenia Vaz Ferreira y Delmira Agustini, a quienes admiraba. De todos modos, tuvo como guía en su propia labor literaria a Juan Ramón Jiménez y José Bergamín, dos autores con los que mantuvo un trato personal (Bergamín, de hecho, fue su profesor).

Antes de cumplir los treinta años de edad, Vitale ya había publicado varios poemarios y ensayos, como “La luz de esta memoria”, “Palabra dada”, “Cervantes en nuestro tiempo” y “El ejemplo de Antonio Machado”.

Debido al régimen militar que gobernaba Uruguay, en 1974 partió al exilió y llegó a México, donde conoció a Octavio Paz. Por entonces ya tenía dos hijos (Claudio y Amparo), fruto de su matrimonio con Ángel Rama, y una importante trayectoria en varias publicaciones como Clinamen, Marcha y Maldoror.

En suelo mexicano fue una de las fundadoras de Uno más uno y se desempeñó como traductora del Fondo de Cultura Económica, además de ejercer la docencia en varias instituciones.

En 1984, Vitale regresó a su tierra natal y se convirtió en directora del suplemento cultural de Jaque. Cinco años después, sin embargo, volvería a emigrar: esta vez se instaló en la ciudad estadounidense de Austin junto a Enrique Fierro, su segundo esposo.

“Paso a paso”, “Elegías en otoño”, “Oidor andante”, “Un invierno equivocado”, “Dónde vuela el camaleón” y “Léxico de afinidades” son otros de los principales libros escritos por Ida Vitale, quien en 2009 obtuvo el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo junto a Ramón Xirau y es doctora honoris causa por la Universidad de la República.