Irma Cuña

La literatura patagónica se ha enriquecido, durante muchos años, con el talento poético de Irma Cuña, una argentina descendiente de inmigrantes procedentes de Galicia que se dedicó a la enseñanza y a la escritura.

Esta mujer, nacida en la ciudad de Neuquén el 2 de septiembre de 1932, cursó el primario y el secundario en su localidad natal. Después se instaló en Bahía Blanca para asistir a la Universidad Nacional del Sur, donde se instruyó en Letras. Por ese entonces, consiguió una beca que la llevó a asistir al Collège de France con el objetivo de formarse en escritura y oralidad, llegando a doctorarse en Literatura española.

Ya casada con el periodista y economista argentino Enrique Silberstein, Irma dio clases en múltiples entidades educativas y alimentó su producción poética. En 1975, la pareja se exilió en suelo mexicano, retornando a Neuquén en 1989. Con los años, más allá de desempeñarse en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) como investigadora, se sumó a la Universidad Nacional del Comahue como responsable de una cátedra sobre Pensamiento Utópico en Humanidades y sumó experiencia como traductora de francés.

“Pasajera del viento”, “Poesía junta”, “La muerte en el árbol” y “El extraño” son algunos de los libros que invitan a apreciar las habilidades poéticas y ensayísticas de Cuña, quien en 1999 fue admitida por la Academia Argentina de Letras como miembro de número.

Víctima de una enfermedad de carácter neurológico que la llevó a estar postrada durante el último tramo de su vida, la escritora Irma Cuña falleció el 16 de mayo de 2004 en Neuquén. A modo de homenaje por la importancia que tuvo su trayectoria cultural, a partir de 2016 se resolvió, con el respaldo de las autoridades de la provincia de Neuquén, celebrar cada 2 de septiembre (fecha en la cual cumplía años la autora) el Día de la Poesía Neuquina.