En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, el departamento colombiano de Santander tuvo una vida cultural muy intensa. Entre los impulsores de ese movimiento aparece Ismael Enrique Arciniegas, un escritor y periodista nacido el 2 de enero de 1865 en la ciudad de Curití.
Arciniegas comenzó varias carreras sin llegar a completarlas. En Duitama estudió Humanidades, mientras que asistió a la Universidad Católica de Bogotá para formarse en Jurisprudencia. Luego quiso convertirse en sacerdote e ingresó al Seminario Conciliar de la capital colombiana, aunque abandonó los hábitos.
En el seminario tuvo como profesor a un hombre que fue clave en sus primeros pasos literarios: José Joaquín Ortiz. Este intelectual fue uno de los fundadores de la Academia Colombiana de la Lengua, una institución creada en 1871.
Además de la literatura, el periodismo fue otra de las pasiones de Arciniegas. Fue director de El Eco de Santander y de La República y creó El Impulso. En 1904, por otra parte, compró el diario El Nuevo Tiempo, que fue muy influyente en la actualidad política colombiana.
Como autor, Arciniegas se destacó en la poesía, aunque también publicó prosa. Los especialistas lo ubican entre los exponentes del romanticismo pero estuvo cerca del modernismo e incluso incursionó en el realismo. “Antología poética”, “Paliques”, “Las hojas caen…” y “Poesías” están entre sus libros más importantes.
Traductor de Paul Géraldy y de otros escritores, Arciniegas apoyó a los aliados en la Primera Guerra Mundial, se involucró en la guerra civil de 1895 y fue diplomático, siendo ministro plenipotenciario en Chile, Francia, Ecuador y Panamá. Entre otros cargos públicos, se desempeñó como concejal de Bogotá, ministro de Correos y Telégrafos y diputado departamental.
Casado con Victoria Schlessinger Cordovez y padre de dos hijos (Beatriz y Roberto), Ismael Enrique Arciniegas falleció el 23 de enero de 1938 en Bogotá.
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