Mucha gente, a lo largo de la Historia, ha enriquecido con su talento artístico a la literatura chilena. Entre quienes dejaron su huella en las letras de este país aparece Jenaro Prieto Letelier, un periodista, abogado (aunque, según algunos testimonios, nunca llegó a ejercer esta profesión) y autor que nació en Santiago el 5 de agosto de 1889. El Colegio de los Padres Franceses de la Alameda y la Universidad de Chile fueron las instituciones donde se llevó a cabo su formación académica.
Este hombre, fruto del amor entre María Letelier Valdés y Jenaro Prieto Hurtado, formó su propia familia junto a Elvira Vial Infante, con quien celebró su boda en octubre de 1912. Juntos tuvieron siete descendientes.
“El Diario Ilustrado” fue el periódico donde Prieto publicó notas a partir de 1915 y las continuó a lo largo de tres décadas. “Pluma en ristre” y “Con sordina” son los volúmenes que recogen parte de sus creaciones periodísticas.
Como novelista sorprendió a lectores, críticos y colegas con “Un muerto de mal criterio” y “El socio”. Este último título, lanzado en 1928, logró vencer las fronteras de tiempo y espacio ya que se incorporó como material de lectura obligatoria en colegios chilenos de educación secundaria y, además, fue llevado al cine en una gran cantidad de ocasiones.
Prieto, quien también incursionó en la política y fue diputado por Santiago representando al Partido Conservador, falleció en su hogar el 5 de marzo de 1946. La noche previa había redactado la carta que iba a enviarle al director de “El Diario Ilustrado” para jubilarse: esa nota fue hallada por su viuda a días de la muerte de este escritor que cautivó asimismo con sus habilidades para la pintura.
Cabe destacar, por último, que, tras su deceso, aparecieron libros como “Humo de pipa”, “La casa vieja” y “Antología humorística” que permitieron renovar el interés general por su figura y valorar su legado.
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