La literatura paraguaya se ha enriquecido con los aportes artísticos de José María Gómez Sanjurjo, por eso vale la pena rescatar del olvido a este poeta y novelista y propiciar espacios para que las generaciones más jóvenes de lectores conozcan su legado.
Este integrante de la Generación del ’50 (grupo donde también está incluido su colega José Luis Appleyard) nació el 3 de febrero de 1930 en Asunción. En su ciudad natal, el descendiente de la pareja compuesta por Pura López y José Domingo Gómez Sanjurjo asistió al Colegio San José.
Guiado por el Padre César Alonso de las Heras, José María empezó a dar muestras de habilidades para la escritura. En 1953, junto a sus compañeros de la Academia Literaria, lanzó una obra denominada “Poesía”. Décadas después, apareció en territorio argentino un libro de su producción titulado “Poemas” al que le seguiría, en 1979, el volumen “Otros poemas y una elegía”. Poco a poco, gracias a la buena repercusión alcanzada por textos suyos publicados en antologías y revistas, su nombre fue traspasando cada vez más fronteras y logró así transformarse en un destacado exponente de las letras paraguayas.
No se puede dejar de resaltar que este escritor que llegó a presidir la Academia Universitaria del Paraguay profundizó el interés internacional por su figura al demostrar su talento como novelista a través de “El español del almacén”, un relato por el cual fue premiado y elogiado. Al repasar su trayectoria tampoco debería pasarse por alto que, junto a Jorge Gómez Rodas y Carlos Villagra Marsal, José María Gómez Sanjurjo impulsó el surgimiento de Alcándara Editora.
La última etapa de su existencia transcurrió en Buenos Aires, destino que había elegido para autoexiliarse a raíz de la realidad política de su patria y la escasa importancia que le daba su nación a la actividad cultural. La muerte lo sorprendió en la mencionada localidad argentina el 30 de mayo de 1988.
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