En 2006, el Premio Nacional de Literatura de Chile quedó en poder de José Miguel Varas Morel, un hombre nacido el 12 de marzo de 1928 en la capital chilena que, además de destacarse como creador de novelas y cuentos, fue periodista y locutor.
Según se advierte al repasar su vida y obra, este descendiente de la pareja conformada por Elvira Morel Hesketh y José Miguel Varas Calvo comenzó a demostrar interés y talento para la escritura a los trece años de edad.
Tras recibir formación académica en el Instituto Nacional José Miguel Carrera y en el Liceo de Hombres de Punta Arenas, Varas empezó a asistir en 1946 a la Universidad de Chile para instruirse en leyes. Por ese entonces, año en el cual se publicó su libro “Cahuín”, solventaba sus gastos trabajando por la tarde en una compañía de seguros y por las noches en una emisora de radio. Más tarde, continuó sus estudios en el Instituto Pedagógico.
“Debo decir sucede”, “Lugares comunes”, “Las pantuflas de Stalin y otras historias”, “El correo de Bagdad”, “Cuentos de Ciudad” y “El seductor” son algunos de los títulos que forman parte de la producción literaria de quien fuera colaborador de medios como “Vistazo”, “Araucaria” y “El Siglo”. Muchos de sus materiales, además de haberse traducido a numerosos idiomas, le permitieron obtener galardones como el Premio Altazor, el Premio Municipal de Santiago, el Premio Marta Brunet y la Medalla Pushkin.
Cabe destacar que este integrante del Partido Comunista se exilió durante casi dos décadas, tiempo en el cual sumó experiencia radial en la Unión Soviética.
El 23 de septiembre de 2011, José Miguel Varas encontró la muerte en su hogar localizado en la comuna chilena de Ñuñoa. Tras ser velado en la Casa Museo Michoacán de los Guindos, los restos del autor fueron llevados al cementerio Parque del Recuerdo.
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