La mexicana Josephine Niggli, descendiente de una pareja formada por una violinista de raíces francesas, germanas e irlandesas y un hombre con sangre alsaciana y suiza, dejó su impronta en el ámbito cultural por haber sumado experiencia como profesora, dramaturga y escritora. A continuación repasaremos sus vivencias personales y profesionales con el objetivo de darle vigencia a su figura y permitir que cada vez más gente sepa qué opciones de lectura ha dejado.
Esta mujer que halló inspiración literaria en cuestiones vinculadas a su patria y se animó a publicar en inglés obras relacionadas a asuntos referidos a su país nació el 13 de julio de 1910 en Monterrey. Al crecer alternó su residencia entre su localidad natal y la ciudad estadounidense de San Antonio.
“Mexican Silhouettes” es el material que marcó su debut como poeta. Advirtiendo las habilidades que ella tenía para la escritura, sus profesores de la University of the Incarnate Word la alentaron a asumir un rol activo como autora, oficio que le dio notoriedad a escala internacional. Con los años, mientras se formaba en dramaturgia y trabajaba en una emisora radial como productora, exploró el género de la novela.
“Soldadera”, “Mexican Village”, “Step Down, Elder Brother” y “A Miracle for Mexico” son otros de los libros que enriquecen la producción literaria de Niggli, quien en la Western Carolina University dio clases de Arte Dramático e Inglés. “Mexican Folk Plays”, en tanto, recoge la idoneidad de esta mexicana en relación al universo teatral.
Se cuenta, por otra parte, que Josefina apostaba por la igualdad en materia de etnia, raza y género, una postura progresista para su época que contribuyó a darle impulso al feminismo chicano.
Cabe destacar que esta escritora que fue merecedora del Premio Nacional de Poesía concedido por la Universidad Católica y un galardón de Ladies’ Home Journal encontró la muerte el 17 de diciembre de 1983 en la localidad norteamericana de Cullowhee.
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