A los autores se los conoce tanto por sus vivencias como por sus producciones artísticas. Por esa razón, después de haber ofrecido información de interés sobre algunas novelas de Moses Josep Roth, en Poemas del Alma llega el momento de hacer foco en la historia personal de este periodista y escritor judío que nació el 2 de septiembre de 1894 en el Imperio Austrohúngaro.
Según se ha reconstruido con el paso del tiempo, este descendiente de la pareja conformada por Maria Grübel y Nachum Roth residió durante su niñez, de manera alternada, con familiares paternos y maternos. Se cuenta que, antes de estudiar Filosofía y Literatura en las universidades de Lemberg y de Viena, el creador de títulos como “La rebelión”, “La cripta de los Capuchinos”, “La leyenda del Santo Bebedor”, “El busto del Emperador”, “La filial del infierno en la Tierra” y “Fuga sin fin” asistió al colegio de Brody y al Gymnasium del Príncipe Coronado Imperial-Real Rodolfo.
Tiempo después de haber integrado el ejército austríaco durante la Primera Guerra Mundial, Joseph fue colaborador de diferentes medios y, ya casado con Friederiche Reichler, recorrió el territorio europeo desempeñándose como corresponsal de “Frankfurter Zeitung”. En la década del ’30, época en la cual se vinculó con la escritora Irmgard Keun, con los lanzamientos de “Job” y de “La marcha Radetzky” Roth se consagró como novelista.
Después de vivir en Berlín y en Viena, este autor se instaló en París y, por algunos meses, residió en Ámsterdam. El alcoholismo le generó por ese entonces serios problemas de salud. En 1938, este hombre que había resuelto convertirse al catolicismo sufrió un infarto. Al tiempo, Joseph debió ser hospitalizado por una enfermedad pulmonar y, el 27 de mayo de 1939, encontró la muerte en suelo parisino. Sus restos fueron llevados al cementerio ubicado en la comuna francesa de Thiais.
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