Hablar con precisión sobre un escritor nacido en el siglo XV siempre es difícil. De hecho, a medida que se consultan más fuentes históricas, la inclusión de datos concretos e irrefutables parece casi imposible.
Si nos centramos en Juan de Flores, encontraremos que pudo haber nacido en 1430, 1455 o 1470, de acuerdo al documento que se acepte como válido. Aunque treinta años es mucho tiempo, lo cierto es que las fechas no cambian demasiado el contexto histórico en el que este autor creció, que suele nombrarse como Prerrenacimiento.
¿Salamanca o Lérida? Su ciudad natal tampoco puede definirse. Sí existe consenso entre los historiadores respecto a que Flores fue un noble que brindó servicios a los Reyes Católicos, siendo consejero real y cronista real. Además estudió y trabajó en la Universidad de Salamanca.
La falta de precisiones históricas no impide que Juan de Flores sea un escritor recordado, ya que sus obras hablan por él. Se le atribuyen con seguridad tres libros: “El breve tratado de Grimalte y Gradissa”, “La historia de Grisel y Mirabella” y “Triunfo de amor”.
Las primeras dos obras se enmarcan en el subgénero de la literatura que se conoce como Novela sentimental y que combina narrativa con versos vinculados al amor. “Triunfo de amor”, en cambio, fue descubierta recién en la década de 1930 y presenta elementos políticos y sociales que no estaban presentes en las otras dos novelas.
Otros libros que podrían haber sido escritos por Flores son “Crónica incompleta de los Reyes Católicos”, “La coronación de la señora Gracisla” y “Cartas de Iseo y Tristán” aunque, en estos casos, la autoría no pudo ser confirmada.
Como no podía ser de otra manera, la fecha de fallecimiento de este novelista español tampoco puede determinarse con exactitud. La fecha más mencionada por los estudiosos es el año 1525. Más allá de estas sombras biográficas, el nombre de Juan de Flores logró atravesar los siglos y llegar hasta nuestros días.
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