La ciudad de Potosí vio nacer, en 1840, al diplomático, periodista y escritor boliviano Julio Lucas Jaimes. Se trata de un hombre que también es conocido como Brocha Gorda, un pseudónimo que solía utilizar en sus textos.
Jaimes tuvo una vida ajetreada, con múltiples mudanzas. En su juventud, mientras se desempeñaba como cónsul boliviano en Tacna, conoció a la poetisa Carolina Freyre, con quien contrajo matrimonio. Fruto de ese vínculo nació Ricardo Jaimes Freyre, otro famoso escritor.
Una vez que completó su trabajo en Tacna tras un cambio de gobierno en su país, siguió viviendo en Perú, más precisamente en Lima. Allí entró en contacto con Ricardo Palma, junto a quien fundó un periódico llamado La Broma.
Al volver a Potosí, Jaimes empezó a trabajar como docente en el Colegio Nacional Pichincha. Sin embargo, el estallido de la Guerra del Pacífico provocó un nuevo cambio en su existencia: Jaimes se involucró en el conflicto, fue tomado como prisionero y llevado a Chile.
Cuando pudo regresar a Bolivia, Jaimes siguió vinculado al mundo político. Fue director de Estadística por ocho años, diputado y encargado de Negocios ante Brasil. Más adelante se radicó en la Ciudad de Buenos Aires, ejerciendo la docencia y colaborando con el diario La Nación, además de escribir para medios bolivianos como El Nacional y El Comercio.
En medio de todas sus actividades, Jaimes logró ir forjando una sólida carrera como autor. Recopiló leyendas, tradiciones y datos históricos de su tierra en “Crónicas potosinas” y “La Villa Imperial de Potosí” e incursionó como dramaturgo con “Un hombre en apuros” y “Morir por la patria”. Además escribió varios ensayos y críticas literarias.
La muerte sorprendió a Julio Lucas Jaimes en Buenos Aires. Su deceso se produjo el 13 de octubre de 1914, a los 69 años. En 1933 se concretó la repatriación de sus restos, que actualmente reposan en la Catedral Basílica Mayor de Potosí.
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