Lejos quedaron ya para Keigo Higashino las épocas de anonimato en las cuales este descendiente de un relojero de Osaka se ganaba la vida como ingeniero y dedicaba algunas noches y los fines de semana a la escritura, que por entonces no era para él más que un simple hobby. Desde que sus novelas salieron a la luz y hechizaron tanto a críticos como a lectores, para este japonés nacido el 4 de febrero de 1958 ya nada fue igual.
Aunque no le agrade ser entrevistado, no se deje fotografiar y trate de pasar lo más desapercibido posible, Higashino es un autor de éxito mundial que ha conseguido estar con trece de sus novelas negras en las listas de libros más vendidos, así como logró consagrarse como uno de los escritores más exitosos de Japón gracias a llevar comercializados más de cinco millones de ejemplares. Muchas de sus obras, además, han sido traducidas a numerosas lenguas, realzadas con distintos galardones y fueron tomadas como fuentes de inspiración para películas y series televisivas.
«Naoko» y «La devoción del señor X» son los títulos más conocidos de Keigo en occidente, pero hay que decir que la labor literaria de este hombre afincado en Tokio que a menudo es comparado con su colega Haruki Murakami no se limita a estas dos opciones, sino que ha dado muchos más frutos que podrían llegar a seducir a lectores de diversos rincones del mundo.
El Edogawa Rampo Award, el Mystery Writers of Japan Award, el Naoki Prize y el Honkaku Mystery Grand Prize son algunas de las distinciones que, hasta el momento, han enaltecido la figura de Keigo Higashino, un japonés que se alejó de la ingeniería para probar suerte en el universo literario y que, a juzgar por la realidad, mal no le ha ido.
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