El novelista, cuentista y ensayista francés León Bloy nació el 11 de junio de 1846 en la comuna de Périgueux, perteneciente al departamento de Dordoña (región de Nueva Aquitania). Hijo de Anne-Marie Carreau y Jean-Baptiste Bloy, fue el segundo de siete hermanos criados en el seno de una familia de escasos recursos económicos.
Bloy abandonó la escuela y fue educado por su padre, quien lo instruyó en Arquitectura. En 1864, se instaló en París para trabajar en un empleo que le consiguió su progenitor. En la capital francesa se inscribió en la Escuela de Bellas Artes con el sueño de ser pintor y empezó a escribir sus primeros textos.
Al conocer al escritor Barbey d’Aurevilly, Bloy se volcó al catolicismo y empezó a vivir su fe con gran intensidad, pese a que hasta entonces había sido agnóstico. Devoto de Nuestra Señora de La Salette, en el santuario de esta advocación se acercó al abad de Tarfiff, quien lo instruyó acerca de la simbología de la Biblia y lo invitó a escribir sobre la Virgen.
La primera novela de Bloy apareció en 1887: “Le Désespéré”, traducida al castellano como “El desesperado”. En el libro atacó con dureza al racionalismo, una postura que le valió su enemistad con numerosos escritores. El autor volvería a presentar otra novela (titulada “La mujer pobre”) recién una década más tarde.
La mayor parte de la producción de Bloy se compone de sus ensayos y sus diarios, aunque también presentó cuentos y se editó su correspondencia. “Cartas a mi novia”, “En tinieblas”, “Cuentos descorteses”, “Exégesis de los lugares comunes”, “Cuentos de guerra”, “Historias impertinentes”, “La sangre del pobre” y “La salvación por los judíos” son algunos de sus títulos con traducción al castellano.
Léon Bloy, quien en 1889 había contraído matrimonio con Jeanne Molbeck, falleció el 3 de noviembre de 1917 en Bourg-la-Reine como consecuencia de un ataque cardíaco.
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