Lev Abrámovich Kassil

Varias décadas atrás, la literatura infanto-juvenil encontró en el trabajo de Lev Abrámovich Kassil valiosos aportes para cautivar a distintas generaciones de lectores. Hoy, a más de cuarenta años de su fallecimiento, les proponemos conocer quién fue y qué legado literario dejó este escritor ruso de origen judío.

Lev Kassil llegó al mundo el 27 de junio de 1905 en el óblast de Sarátov. En su adolescencia asistió a la Universidad Estatal de Moscú para formarse en aerodinámica pero, en 1925, comenzaría a darle forma, con la publicación de su primer cuento, a la actividad que le permitiría obtener notoriedad más allá del tiempo y las fronteras: la escritura.

Tras sumarse a mediados de la década del ’20 a distintas agrupaciones literarias, Kassil empezó a realizar colaboraciones para la revista “Nuevo LEF”. En su tiempo libre, además, se dedicó a la docencia, dando clases en el Instituto de Literatura Máximo Gorki.

Su talento literario, asimismo, ha podido ser apreciado a lo largo de los años a través de libros como “La libreta de comportamiento y el país de Schwambraniya”, “El portero de la república”, “Cheremysh, el hermano de un héroe”, “Mis queridos niños”, “La calle del hijo menor” (escrito en colaboración con Max Polianovsky) y “La copa del gladiador”, por mencionar algunos materiales de su autoría que han sido traducidos a distintos idiomas, entre ellos el español.

Entre las distinciones que recibió en vida por sus enseñanzas y habilidades para la escritura aparecen el Premio Stalin y la admisión en la Academia de Ciencias Pedagógicas de la Unión Soviética. En 1977, un astrónomo soviético adoptó el nombre inventado de un país que figura en una de las obras de Kassil para bautizar como “2149 Schwambraniya” a un planeta menor.

Lev Abrámovich Kassil encontró la muerte en Moscú el 21 de junio de 1970. Tras recibir el último adiós, sus restos fueron llevados al Monasterio Novodévichi.