El condado chino de Yanting, en la provincia de Sichuan, vio nacer el 4 de agosto de 1958 a Liao Yiwu, quien con el tiempo se convertiría en un reconocido escritor y en un ferviente opositor al régimen comunista.
Sus problemas con las autoridades comenzaron desde pequeño, ya su padre fue acusado en 1966 de «contra-revolucionario». Para evitarle mayores problemas al niño, sus progenitores decidieron separarse, una situación que permitió a Liao (también conocido como Lao Wei) comprender los alcances de la persecución y la censura en su tierra natal.
Su acercamiento a la literatura tuvo lugar durante la adolescencia, cuando viajó por el país y leyó a poetas occidentales como Charles Baudelaire y John Keats. Los primeros poemas de su autoría fueron publicados en revistas literarias durante la década de 1980 e incluso, afirman algunas fuentes, llegó a ser contratado por el Ministerio de Cultura de China como escritor estatal.
Claro que su oposición al comunismo no tardaría en volver a salir de la luz. Poemas como «La ciudad amarilla», «Ídolo» y «Masacre» (dedicado a las víctimas de las protestas de Tiananmen) hicieron que sea arrestado en febrero de 1990 junto a su esposa embarazada y seis amigos. El poeta fue castigado con cuatro años de prisión y todos sus textos fueron prohibidos en la China continental, aunque siguieron circulando de manera clandestina. Durante su permanencia en la cárcel, Liao asegura haber sido torturado en numerosas ocasiones, lo que lo llevó a tratar de quitarse la vida en dos oportunidades.
Al recuperar la libertad, Liao se convirtió en músico callejero pero no dejó de escribir. Así aparecieron libros como «La bala y el opio», «El cadáver de Walker» y «Dios es rojo», entre otros trabajos que le causaron nuevos problemas con las autoridades comunistas.
En 2010, por primera vez en su vida, obtuvo permiso para viajar al exterior y visitó Alemania para participar de varios festivales literarios. A su regreso sufrió más persecuciones hasta que finalmente pudo salir de China nuevamente en 2011, sin haber regresado hasta ahora.
El Premio Hermanos Scholl, el Premio Hellman-Hammett y el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán son algunos de los galardones que recibió gracias a sus poemas y sus libros donde recopila entrevistas que realizó a ciudadanos chinos de las clases más bajas de la sociedad.
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