La literatura de El Salvador se ha enriquecido a lo largo de los años con aportes de hombres y mujeres que lograron destacarse por sus cuentos, novelas y poesías, entre otros géneros. Entre los exponentes de la región con mayor talento aparece Lilian Serpas, una escritora y periodista que nació en San Salvador el 24 de marzo de 1905.
Desde muy pequeña, esta mujer que fue criada y educada por su madre Josefa de los Ángeles Gutiérrez ya que su progenitor falleció cuando ella apenas tenía tres años de edad, tuvo contacto con el ámbito intelectual porque su hogar era escenario de numerosas tertulias literarias. Entre los asistentes a dichas reuniones estaba Francisco Antonio Gavidia, autor que llegó a escribir el prólogo de uno de los libros de Serpas.
Al crecer, Lilian sumó experiencia como periodista al colaborar para publicaciones como “Pareceres” y “Sequoia”. Tras residir un tiempo en Estados Unidos regresó a su país y trabajó en la sección “Pajaritas de Papel” de “El Diario de Hoy”.
Acerca de sus vivencias pertenecientes a la esfera privada, se puede señalar que en 1938 celebró su boda con Thomas Jefferson Coffeen Suhl, pintor norteamericano junto al cual tuvo tres descendientes. Uno de ellos, Fernando, falleció en 1970, hecho que provocó en la escritora un gran desequilibrio emocional y la sumió en una profunda depresión.
La creadora de títulos como “Urna de ensueños”, “Nácar”, “Huésped de la eternidad”, “Girofonía de las estrellas”, “Meridiano de orquídea y niebla” y “La flauta de los pétalos” dedicó sus últimos años de vida a trabajar en la Dirección de Publicaciones de San Salvador.
El 10 de octubre de 1985, Lilian Serpas falleció en el Hospital Nacional Rosales de San Salvador, centro médico al que había ingresado días antes como consecuencia de una caída que le provocó fracturas.
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