El escritor, artista plástico, historiador y químico francés Louis-Nicolas Ménard, más conocido como Louis Ménard, nació el 19 de octubre de 1822 en París. En el Liceo Louis-le-Grand fue compañero de otro poeta que quedaría en la historia de las letras galas: Charles Baudelaire, quien lo introdujo en el consumo de hachís.
Ménard completó sus estudios en la École Normale Supérieure en 1842. Al año siguiente presentó una traducción de “Prometeo liberado” con el pseudónimo Louis de Senneville y luego se alejó un tiempo de la literatura para centrarse en la química.
Su incursión en esta ciencia fue fructífera. En 1846, Ménard descubrió el colodión, una solución derivada de la celulosa que combina alcohol y éter. Aunque en un principio su hallazgo no fue demasiado valorado, el colodión terminó usándose en el ámbito de la farmacia y de la fotografía.
La publicación de “Prologue d’une révolution” en 1848 lo forzó al exilio, instalándose primero en Londres y luego en Bruselas. Por aquella época conoció a Karl Marx. Gracias a la amnistía de 1852, Ménard retornó a París, donde tres años después presentó una colección de poemas (“Poèmes”).
Interesado en la Antigua Grecia, amplió su producción con “Du polythéisme hellénique”, “De sacra poesi graecorum” y “De la Morale avant les philosophes”. La traducción de textos de Hermes Trimegisto y el libro “Rêveries d’un païen mystique” (donde mezcló filosofía y poesía mística) son otros trabajos importantes de su autoría.
En sus últimas décadas de vida, Ménard se volcó a la pintura y a la historia, convirtiéndose en docente de ambas disciplinas. Por otra parte, se embarcó en el desafío de transformar la ortografía para volverla más simple.
El 9 de febrero de 1901, en la capital francesa, se produjo el fallecimiento de Louis Ménard, cuyo sobrino Émile-René Ménard también logró alcanzar el reconocimiento, en su caso gracias a las pinturas simbolistas.
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