Entre las provincias marítimas de Canadá, se encuentra la Isla del Príncipe Eduardo. En este territorio insular que se sitúa en el océano Atlántico nació la escritora Lucy Maud Montgomery.
Su nacimiento tuvo lugar el 30 de noviembre de 1874 en un pueblo rural llamado, por entonces, Clifton (hoy se lo conoce como New London). Cuando aún no había cumplido los dos años de vida, su madre falleció a causa de una tuberculosis. Hugh John Montgomery, su padre, decidió dejar a la niña al cuidado de sus abuelos maternos en Cavendish.
Lucy, de este modo, creció en Cavendish, donde tuvo una infancia solitaria que le ayudó a desarrollar su imaginación. Aunque cursó sus estudios en la mencionada ciudad, Montgomery vivió entre 1890 y 1891 en la localidad de Príncipe Alberto con su padre y su madrastra. En dicho periodo publicó su primer poema en un periódico local.
Al completar su educación inicial en Cavendish, Montgomery continuó sus estudios en el Prince of Wales College de Charlottetown y se convirtió en docente. Luego se formó en Literatura en la Universidad de Dalhousie.
Mientras trabajaba como maestra en varios establecimientos de la Isla del Príncipe Eduardo, Montgomery fue desarrollando su carrera literaria. Entre 1897 y 1907, logró publicar cerca de un centenar de cuentos en distintos diarios y revistas.
Su primer libro fue “Ana de las tejas verdes”, aparecido en 1908. El éxito inmediato le permitió forjar una sólida trayectoria, que incluyó numerosas secuelas de la historia. En 1911, Montgomery contrajo matrimonio con Ewen Macdonald, un ministro de la Iglesia Presbiteriana con quien se instaló en Ontario y tuvo tres hijos, uno de los cuales nació muerto.
“Ana, la de Avonlea”, “La niña de los cuentos”, “Ana y la casa de sus sueños”, “Emily, la de Luna Nueva”, “El castillo azul”, “Pat de Silver Bush”, “Magia para Marigold” y “La preferida del doctor” son algunas de las principales obras que lanzó en los años siguientes. El 24 de abril de 1942, Lucy Maud Montgomery falleció en Toronto a causa de una trombosis coronaria. En 2015, la escritora fue homenajeada por el buscador Google, que le dedicó varios de sus tradicionales doodles.
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