Algunos artistas son multidisciplinarios ya que se destacan en diversas ramas del arte. Aunque tal vez los asociemos a una disciplina específica, son personas que demuestran su talento a través de distintas vías de expresión.
Es habitual, por ejemplo, nombrar a Luis Eduardo Aute Gutiérrez como músico o cantante. Sin embargo, este hombre nacido el 13 de septiembre de 1943 en Manila (Filipinas) también ha hecho mérito suficiente para ser llamado poeta y cineasta.
Su padre, barcelonés, se instaló en suelo filipino para trabajar en una compañía tabacalera cuando tenía 18 años. Allí se casó con una mujer local, descendiente de españoles. Luis Eduardo, por lo tanto, creció en Filipinas y aprendió a hablar varios idiomas en su niñez: español, catalán, inglés y tagalo. Era muy pequeño también cuando comenzó a mostrar sus aptitudes para la pintura, el dibujo y el cine.
Aute visitó España por primera vez a los 8 años. Finalmente, en 1954, su familia se instaló definitivamente en la capital española, tras un breve paso por Barcelona. Luis terminó la escuela primaria y cursó la secundaria, por lo tanto, en Madrid. Por entonces ya tocaba la guitarra, escribía poemas y pintaba cuadros.
De manera casi simultánea, Aute empezó a cantar en público, realizar exhibiciones de sus pinturas y dirigir cortometrajes. En 1961, publicó de manera artesanal su primer libro: “Los últimos estertores”, donde reunió poemas, guiones y diversas anotaciones.
Para finales de la década de 1960, Aute se consideraba sobre todo un artista plástico. Por aquellos años editó “Diálogos de Rodrigo y Gimena”, su primer disco de larga duración. En lo que respecta a la literatura, Aute presentó poemas en diversas publicaciones y lanzó libros propios como “La matemática del espejo”, “La liturgia del desorden” y “Templo de carne”.
Luis Eduardo Aute también incursionó en el terreno del libro/disco, con obras como “animaLuno”, “animaLdos”, “animaLtresD”, “animaLhito” y “Días de amores”.
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