Inspirado en el ambiente rural, el peruano Luis Fabio Xammar Jurado desarrolló una producción poética que refleja pasión por la vida y el campo.
Clotilde Jurado y Antonio Xammar fueron los progenitores de este autor que nació el 11 de mayo de 1911 en la localidad de Yanahuanca.
Tras completar en 1929 su educación jesuita en el Colegio de la Inmaculada ubicado en Lima, Luis comenzó a asistir a la Facultad de Letras perteneciente a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Antes de graduarse como bachiller y conseguir en 1938 un doctorado en Letras, el escritor tuvo un paso por la Facultad de Derecho dependiente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Quien fuera uno de los principales impulsores de “Revista 3”, mientras cultivaba su faceta creativa desarrollando textos se dedicó a sumar experiencia como docente universitario. También se desempeñó por algunas temporadas en la Biblioteca Nacional del Perú como secretario general.
“Valdelomar: Signo” (obra para la cual aprovechó el contenido del artículo titulado “Voz para la leyenda de Abraham Valdelomar” que elaboró en 1939 para “El Comercio”), “Pensativamente”, “Wayno” y “Valores humanos en la obra de Leonidas Yerovi” son parte del legado de este hombre que tuvo una vida breve pero intensa.
En relación a su deceso, es importante señalar que, siendo parte de una delegación universitaria, se dirigía a territorio mexicano vía aérea cuando el destino no dejó a Luis Fabio Xammar completar su viaje: como consecuencia de un accidente que involucró al avión en el cual se transportaba, el autor murió el 17 de marzo de 1947 en cercanías de Medellín. Para rendirle tributo tras su fallecimiento se han realizado publicaciones que lo tienen como protagonista y se resolvió bautizar con su nombre a una entidad educativa ubicada en la ciudad peruana de Huacho, por detallar algunas de las iniciativas que apuntan a exaltar su figura y a mantener vivo su legado cultural.
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