La vida de la periodista y escritora irlandesa Maeve Brennan comenzó en Dublín el 6 de enero de 1917. Cuando ella nació, su padre, un activista político llamado Robert, se encontraba en prisión después de que se le conmutara por cadena perpetua la pena de muerte (la condena, de todas formas, fue anulada poco después y él consiguió recuperar su libertad).
A raíz de las obligaciones laborales paternas, en 1934 toda la familia se instaló en territorio estadounidense. Afincada en Nueva York, la joven comenzó a publicar artículos sobre moda en medios como Harper’s Bazaar y, poco más tarde, sorprendió con reseñas literarias de gran calidad y relatos breves, muchos de los cuales aparecieron en The New Yorker.
Tras graduarse en 1936 tiempo después de asistir a un colegio católico de Washington de la congregación Sisters of Providence, Brennan amplió sus conocimientos en la American University.
En relación a su vida amorosa, no se puede dejar de mencionar que la autora contrajo matrimonio en 1954 con el editor Clair McKelway. El alcoholismo y los estados depresivos de su esposo fueron difíciles de manejar, y la pareja terminó separándose a pocos años de haberse casado.
Con el tiempo, los vicios, la depresión y los cuadros psicóticos también arruinaron su propio organismo. Poco a poco abandonó su actividad literaria, descuidó su figura y, reflejo de su propio abandono y alteración mental, pasó tiempo en hospitales y hasta deambuló en compañía de mendigos: prefirió vivir en la calle antes que aceptar la asistencia de vivienda y alimento que le propusieron las autoridades de The New Yorker.
“Crónicas de Nueva York”, “Las fuentes del afecto” y “De visita” son algunos de los títulos que permiten, aún en la actualidad, apreciar el talento literario que, el 1 de noviembre de 1993, murió de un ataque al corazón. Sus restos fueron enterrados en el condado de Queens (Ciudad de Nueva York).
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