La ciudad española de Zaragoza vio nacer, en 1958, a Magdalena Lasala. Una mujer que demostró tener muchas inquietudes a lo largo de su vida y que decidió no acotarse a un solo género a la hora de desarrollar su talento literario.
Lasala se formó en diversas disciplinas: desde derecho hasta psicología, pasando por ciencias de la información, canto y arte dramático. Tenía apenas 20 años cuando comenzó a forjar su trayectoria literaria, dedicándose en un principio a la dramaturgia.
En 1978, de este modo, se estrenó su obra “La rebelión de los dioses” en el Teatro Principal de Zaragoza. A partir de entonces Lasala presentó numerosos textos dramáticos e incluso libretos para diferentes clases de espectáculos, destacándose obras como “El descubrimiento de Ana”, “Magia celta” y “Las aguadoras”.
A comienzos de la década de 1990, Lasala desembarcó en el terreno de la poesía y del cuento. En el primer caso, sobresalen los poemarios “Frágil y sangrante frambuesa”, “Seré leve y parecerá que no te amo”, “La estación de la sombra” y “Todas las copas me conducen a tu boca”. La autora ha brindado diversos recitales poéticos en ciudades españolas e italianas y fue traducida al inglés, francés, alemán e italiano, entre otras lenguas.
A finales de los ’90, Lasala empezó a publicar novelas como “La estirpe de la mariposa” y “El círculo de los muchachos de blanco” y siguió con “La cortesana de Taifas” y “La casa de los dioses de alabastro”, entre otros libros. Con sus trabajos, Lasala se convirtió en un referente de la novela histórica.
El Premio del Certamen Literario Picarral, organizado por la Asociación Aragonesa de Escritores; el Premio Búho, impulsado por la Asociación de Amigos del Libro de Aragón; y el Premio Sabina de Plata del Club de Opinión La Sabina son algunos de los galardones que Magdalena Lasala recibió a lo largo de su carrera.
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