Magdalena Petit

En 1903, año en el que llegaron al mundo escritores como Marguerite Yourcenar, George Orwell y Max Aub, también nació Magdalena Petit Marfán.

Esta mujer nacida en el seno de una familia culta y de buena posición económica afincada en la comuna chilena de Peñaflor cursó por un tiempo estudios de Medicina para intentar continuar el legado profesional paterno, pero terminó dedicándose a cuestiones artísticas. Tras recibirse de profesora de piano en el Conservatorio Nacional, Petit tuvo un excelente comienzo como novelista en 1932 al publicar “La Quintrala”, propuesta que llegó a ser traducida a múltiples lenguas. Con los años, también demostraría talento para desarrollar con gran éxito obras de teatro, biografías y ensayos.

“Don Diego Portales (El hombre sin concupiscencia)” fue el material que le permitió obtener el Premio Municipal de Santiago y “El hijo del Caleuche”, la historia con la cual ganó un concurso del Teatro Municipal sobre obras teatrales y folclóricas.

“El cumpleaños de Rosita”, “El bebé gigante”, “Una llave y un camino”, “Los Pincheira”, “El desencantamiento de los juguetes”, “El patriota Manuel Rodríguez”, “Un autor en busca de representación” y “Un hombre en el universo, confesión de un desorientado” son otros de los títulos que invitan a apreciar la capacidad creativa de esta autora que, en 1941, fue invitada por el Departamento de Estado a viajar a Estados Unidos, donde editó el boletín de la Unión Panamericana y representó a su nación dentro de la Comisión Interamericana de Washington. Décadas después tuvo oportunidad de visitar Francia, país en el cual entró en contacto con varios intelectuales de renombre internacional.

Magdalena Petit, quien fuera durante varios años colaboradora estable del diario “La Nación” y aportara artículos a la revista “Zig-Zag” entre otros medios, encontró la muerte en Santiago de Chile en 1968 como consecuencia de un ataque de apoplejía.