El movimiento romántico tuvo, entre muchos otros representantes, a Manuel Juan Diana, un español que además de cultivar el género de la novela sumó experiencia como periodista y dramaturgo. En los párrafos siguientes, datos de su vida y obra para recordar quién fue y qué aportes culturales hizo este hombre que nació el 18 de octubre de 1814 en Sevilla.
Según se cuenta, el autor se instaló en suelo madrileño durante su juventud. Por más de tres décadas estuvo al servicio del Ministerio de Guerra, donde comenzó como escribiente y escaló posiciones hasta su jubilación, hecho que tuvo lugar en 1877.
Quien llegara a ser oficial segundo de archivo y capitán de Infantería, de manera simultánea, desplegó su creatividad literaria para dar origen a obras de teatro y novelas que han despertado interés más allá del tiempo y las fronteras geográficas. Bajo el seudónimo “El Curioso Impertinente”, en tanto, elaboró textos que se publicaron en medios como “La Ilustración” y “Semanario Pintoresco Español”.
Varias propuestas artísticas surgieron de trabajos conjuntos. Francisco Navarro Villoslada, por ejemplo, fue su aliado en el desarrollo de “Los encantos de la voz”, mientras que con Gregorio Romero Larrañaga creó, por ejemplo, “La cruz de la torre blanca”. “¡Es un bandido! o Juzgar por las apariencias”, por señalar otro caso, es fruto de su colaboración con su colega Juan Eugenio Hartzenbusch Martínez.
“El toque de oración”, “Receta contra las suegras”, “A tal amo, tal criado” y “Casualidades” son otras propuestas que dan cuenta de sus habilidades para los dramas y las comedias.
También nutren su legado las novelas “El rostro y la condición” (material que le valió un reconocimiento por parte de la Real Academia Española) y “La calle de la amargura”, al igual que la publicación “Capitanes ilustres y revista de libros militares”.
Cabe destacar que el fallecimiento de este escritor se produjo el 27 de mayo de 1881 en Madrid.
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