La vida del escritor, antropólogo y médico colombiano Manuel Zapata Olivella, quien a través de sus textos enalteció a la cultura afrocolombiana, comenzó en el municipio de Santa Cruz de Lorica el 17 de marzo de 1920.
Este hombre que llegó a Cartagena durante su infancia demostró talento para la escritura a través de textos publicados en diversos periódicos y revistas de su país, pero también se instruyó tanto en la Universidad Nacional de Bogotá como en instituciones de Estados Unidos para cuidar la salud de la gente. Asimismo, investigó sobre etnomusicología y brindó conferencias en distintos rincones del mundo, además de crear en compañía de su hermana Delia un conjunto de danzas folclóricas. Dedicarse al boxeo en territorio panameño, haber sido cónsul en Trinidad y Tobago y trabajar en Costa Rica como recolector de café fueron otras de sus actividades.
Quien fuera, por otra parte, director de la revista “Letras Nacionales” tuvo oportunidad de viajar mucho a lo largo de su vida y, en ese marco, se dedicó a investigar sobre la cultura negra, la discriminación racial y el trato que en cada región se le daba a las personas de raza negra.
“Changó, el gran putas”, “La calle 10”, “Detrás del rostro”, “Chambacú, corral de negros”, “En Chimá nace un santo”, “El fusilamiento del diablo”, “Fábulas de Tamalameque: Los animales hablan de paz”, “China 6 A.M.” y “La rebelión de los genes” son algunos de los títulos que forman parte de su producción literaria, la cual incluye principalmente cuentos y novelas. Por sus aportes culturales y sus habilidades artísticas, Zapata Olivella fue merecedor de reconocimientos como la orden de Boyacá y el Premio a la Vida y Obra que le concedió en 2002 el Ministerio de Cultura de su país.
Manuel Zapata Olivella, cuya figura se homenajea y se mantiene presente a través del Premio Nacional de Literatura y de Investigación Manuel Zapata Olivella, encontró la muerte en Bogotá el 19 de noviembre de 2004.
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