El español Marcial Antonio Lafuente Estefanía, un autor que logró sobresalir como creador de novelas del oeste, heredó de su padre – el escritor, periodista y abogado Federico Lafuente López-Elías – la pasión por el teatro clásico y la literatura.
Dan Lewis, Tony Spring, Cecilia de Iraluce, María Luisa Beorlegui y M. L. Estefanía fueron algunos de los seudónimos a los que apeló Marcial para firmar sus textos.
Cabe destacar que este hombre que nació en Toledo mientras transcurría el año 1903, pese a haber obtenido reconocimiento internacional por sus aportes culturales, se instruyó en Ingeniería Industrial, sumando experiencia en diferentes continentes. Entre 1928 y 1931, además, realizó un tour por suelo estadounidense que le sirvió como fuente de inspiración para ambientar sus relatos.
Ya casado con María Luisa Beorlegui Carril, el responsable de títulos como “La hora de las hogueras”, “Los visitantes de la madrugada”, “La sorprendente Betty”, “La caprichosa” y “Comarca sin ley” vivió en territorio madrileño con su esposa y los hijos de ambos, Francisco y Federico.
Más tarde se instalaron en Arenas de San Pedro, donde este novelista que llegó a ser General de Artillería en tiempos de Guerra Civil representando al ejército republicano quedó viudo el 28 de julio de 1975. Según se cuenta, sus primeras historias las gestó estando en prisión y, tras recuperar la libertad, consiguió que el sello Cíes le diera la oportunidad de ver publicadas sus tramas románticas y policíacas. Con el paso de los años, consolidó su carrera literaria de la mano de la editorial Bruguera.
El 7 de agosto de 1984, como consecuencia de una pulmonía, Marcial Lafuente Estefanía falleció y sus restos fueron trasladados al cementerio de Arenas. “Ambición de poder”, “Marcados por cobardes”, “Huido de Texas”, “Al margen del peligro” y “La ley de los buitres” son otros de los libros que permiten apreciar sus habilidades para la escritura.
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