Así como el festival Tiana Negra homenajeó en 2017 a Maria Aurèlia Capmany, en esta oportunidad en Poemas del Alma queremos recordar quién fue y qué aportes culturales realizó esta española que se dedicó a la dramaturgia, las novelas y los ensayos.
Maria Aurèlia Capmany i Farnés, tal su nombre completo, nació el 3 de agosto de 1918 en Barcelona.
Tras formarse en el Instituto-Escuela perteneciente a la Generalitat asistió a la Universidad de Barcelona, donde completó una licenciatura en Filosofía.
Antes de debutar como novelista con “Necessitem morir”, quien fundara en compañía de Ricard Salvat una escuela de arte dramático denominada Adrià Gual se dedicó a hacer grabados sobre vidrio y sumó experiencia como docente.
Sus habilidades para la escritura, además de otorgarle popularidad a escala internacional, le permitieron ser distinguida con galardones como el Premio Joanot Martorell, el Premio Sant Jordi, el Premio Ramon Fuster y el Premio Crítica Serra d’Or de Literatura Infantil y Juvenil.
Al repasar su trayectoria, tampoco se puede dejar de señalar que Capmany, así como integró la Asociación de Escritores en Lengua Catalana y presidió el Centro Català del Pen Club, estuvo al frente en el Ayuntamiento de Barcelona de las áreas de Ediciones y Cultura y fue parte desde 1983 de la Diputación de Barcelona.
“Tana o la felicitat”, “La pluja als vidres”, “Un lloc entre els morts”, “El jaqué de la democracia”, “Lo color més blau”, “Carta abierta al macho ibérico”, “¿Qué diablos es Cataluña?” y “La rialla del mirall” son otros de los títulos que forman parte de la producción literaria de esta autora que tuvo intervención en el llamado Miting de la Llibertat y se involucró asimismo, en noviembre de 1976, en el proceso constituyente del Partit Socialista de Catalunya-Congrés.
Aquejada por una penosa enfermedad, Maria Aurèlia Capmany dejó de respirar el 2 de octubre de 1991 en Barcelona y sus restos fueron incinerados en el Cementerio de Collserola.
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