María Beneyto

El 14 de mayo de 1925 se produjo en Valencia la llegada al mundo de María Beneyto Cuñat, quien al crecer se destacaría en su país por sus habilidades para la composición poética y su talento como novelista.

Según se advierte al repasar sus vivencias, tres años de edad tenía la autora cuando sus padres decidieron afincarse con ella en Madrid, donde María permaneció hasta 1937.

Tras ser instruida académicamente en castellano, entra en contacto con el valenciano, adoptando ambas lenguas a la hora de desarrollar su producción literaria. Su faceta de escritora se alimentó de vínculos con intelectuales y una formación de carácter autodidacta.

“Canción olvidada”, “Eva en el tiempo”, “Otra voz” y “Rayas al aire” marcaron sus inicios en el campo de las letras. En 1958, Beneyto desembarcó en el género de la novela con “La prometida”. A partir de entonces, sumó propuestas como “La gente que vive al mundo”, “La mujer fuerte” y “Vidrio herido de sangre”.

Después de interrumpir su actividad creativa por un periodo considerable, la autora presentó en 1993 una “Antología poética” y fue renovando el interés de críticos y lectores a través de “Tras sepulta la ternura”, “Poemas de las cuatro estaciones”, “Archipiélago”, “Nocturnidad y alevosía” y “Hojas para algún día de noviembre”.

Cabe destacar que la figura de la también responsable de títulos como “Para desconocer la primavera”, “Elegíes de pedra trencadisse”, “El río viene crecido”, “El mar, desde la playa” y “Bressoleig al insomnio de la ira” fue realzada con reconocimientos como el Premio de las Letras concedido por la Generalitat y el respaldo de las Cortes Valencianas a principios del 2000, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

A mediados de marzo de 2011, como consecuencia de una enfermedad que en el último tramo de su existencia la había debilitado mucho, la escritora María Beneyto encontró la muerte en su ciudad natal. Después de una despedida en el Tanatorio de Valencia, sus restos fueron llevados al Cementerio General.