María Esther de Miguel

El 1 de noviembre de 1929, la localidad entrerriana de Larroque fue escenario del nacimiento de María Esther de Miguel, una argentina que desde edad temprana evidenció interés y talento para la creación literaria.

Con apenas ocho años de edad, esta descendiente de una mujer judía y un inmigrante de origen español ganó un certamen escolar gracias a un texto de su autoría. Más tarde combinó su pasión por la literatura con su convicción religiosa, ya que mientras realizaba en territorio porteño el noviciado, se inscribió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Gracias a una beca, amplió sus conocimientos académicos en suelo italiano y, al regresar a su país, decidió abandonar su camino de fe.

Más allá de sumar experiencia como periodista y docente, De Miguel dirigió el Fondo Nacional de las Artes, trabajó en la Fundación El Libro como parte del consejo de administración y desarrolló críticas de contenido literario para “La Nación”. Asimismo, estuvo al frente de la revista “Señales”.

“La hora undécima” marcó su debut como novelista y le permitió no solo captar la atención de una gran cantidad de lectores sino también ganar en 1961 el Premio Emecé.

“Los que comimos a Solís”, “Calamares en su tinta”, “Violentos jardines de América”, “Espejos y daguerrotipos”, “En el campo las espinas”, “Dos para arriba, uno para abajo” y “La amante del restaurador” son otros títulos que forman parte de la producción de esta mujer que contrajo matrimonio con el editor Andrés Alfonso Bravo.

Con el objetivo de ver su casa-quinta transformada en un centro cultural basado en su vida y obra, la autora donó la propiedad en 1998. El 27 de julio de 2003, María Esther de Miguel encontró la muerte en Buenos Aires pero su legado, que también abarca propuestas como “Las batallas secretas de Belgrano” y “Un dandy en la corte del Rey Alfonso”, mantiene viva su esencia talentosa y creativa.



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