Josep Massanès y Francisca Dalmau fueron los progenitores de María Josefa Massanés i Dalmau, una española que desarrolló una carrera literaria enmarcada en el movimiento romántico.
Dos meses después de su nacimiento (hecho que tuvo lugar el 19 de marzo de 1811 en Tarragona), el clan se instaló en Barcelona. Como su padre era militar y tenía obligaciones que cumplir lejos del hogar familiar, parte de la infancia de esta autora transcurrió al cuidado de su madre, quien murió cuando Josefa tenía pocos años de vida: desde entonces, quedó bajo responsabilidad de sus abuelos paternos. De todos modos, Josep se mantuvo cerca de ella, alentando sus inclinaciones intelectuales y su fervor por la formación autodidacta en base a libros que le otorgaron cultura general y le permitieron dominar el latín, el italiano y el francés.
En 1834, al tiempo de haber colaborado con su progenitor para que pudiera exiliarse en territorio francés, aparecieron en las páginas de “El Vapor” sus primeras composiciones poéticas, aunque resolvió no adjudicarse su autoría. Una temporada más tarde sí ya puso sus iniciales en textos publicados en medios como “La Religión” y “El Guardia Nacional”.
Quien fuera admitida en 1838 por la Academia de Buenas Letras como académica de honor debutó oficialmente como escritora en 1841, con la publicación de un volumen titulado “Poesías”.
Massanés, a raíz de su casamiento acontecido en 1843, se instaló en la capital de España, donde el Liceo Artístico-Literario la nombró socia facultativa del área de Literatura.
“Flores marchitas” es otro de los libros que componen el legado de esta mujer que, en 1863, consiguió quedarse con el primer premio de los Juegos Florales gracias a un poemario denominado “Creure és viure”. Asimismo, es interesante destacar que “Un beso maternal” es un poema suyo que se tradujo al inglés y fue incluido por las autoridades estadounidenses en el listado de lecturas recomendadas para estudiantes de escuela primaria.
María Josefa Massanés, fundadora de una institución educativa para el género femenino, encontró la muerte el 1 de julio de 1887 en Barcelona.
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