La argentina María Mombrú acumuló una gran experiencia en el ámbito cultural de su país, forjando una sólida trayectoria tanto como exponente de diferentes géneros literarios como directora en el rubro teatral.
Su llegada al mundo tuvo lugar el 24 de noviembre de 1922 en la ciudad chaqueña de Resistencia. Al cumplir sus primeras dos décadas de existencia se instaló en La Plata, localidad donde se mantuvo durante varias temporadas. Allí, tras recibirse en la Universidad Nacional de La Plata como profesora de Letras, dio clases en la Facultad de Bellas Artes.
Quien fuera colaboradora de Revista Cultura consiguió el Premio Losange gracias a una obra teatral de su autoría denominada “Las señoritas vecinas” y, en la edición de 1963 del certamen Casa de las Américas, fue distinguida con el Premio Estímulo por el volumen de cuentos “América para los americanos”. “Requiem para mi corazón” y “Urgente”, en tanto, son libros que permiten apreciar sus habilidades para la poesía.
Esta mujer que tuvo tres descendientes fruto de su amor con Enrique Escope estuvo, asimismo, al frente en Radio Provincia de un programa cultural y dirigió varios proyectos en el Teatro Universitario situado en La Plata.
En época de dictadura, la responsable de creaciones teatrales como “Perla, de Lanús” y “Mataron a un taxista” perdió su puesto como educadora, pero siguió alimentando su producción literaria y formó estudiantes de manera particular. A mediados de los ’70, a raíz de las desapariciones, detenciones y persecuciones en La Plata, la escritora decidió mudarse en compañía de sus hijos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Cabe destacar que la también docente de la Escuela Nacional de Arte Dramático falleció en junio de 1992, aunque su desaparición física no la ha condenado al olvido: gracias a sus propuestas culturales y a la huella que dejó en numerosos alumnos, su figura sigue despertando interés y su legado continúa cautivando a mucha gente.
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