Mario Levrero

Al analizar la historia de las letras uruguayas resulta inevitable no centrar la atención en la figura de Jorge Mario Varlotta Levrero, un hombre talentoso nacido en Montevideo el 23 de enero de 1940 que comenzó a publicar sus textos a fines de la década del 60.

Antes de brillar como escritor (y aún después de haber ganado respeto y reconocimiento internacional por ser un destacado exponente del universo literario), este autor que además de residir por largos periodos en su ciudad natal vivió en Piriápolis, Colonia, Buenos Aires, Rosario y Burdeos sumó experiencia como librero, fotógrafo, humorista y director de diversos talleres de escritura. Además, tuvo oportunidad de ser colaborador de Cauce Editorial en el rol de director de la colección literaria De los Flexes Terpines.

Desde que decidió dedicar su tiempo a la actividad literaria, este aficionado a las novelas de tinte policial construyó un camino original que lo hacía diferenciarse por completo de sus colegas. De su modo de enriquecer a la literatura se puede resaltar su estilo sencillo pero, aún así, profundo y exigente en el uso del lenguaje y la presentación de contenidos.

«La ciudad», «La máquina de pensar en Gladys», «El lugar», «Caza de conejos», «El discurso vacío», «Dejen todo en mis manos», «Los carros de fuego» y «La novela luminosa» son algunos de los títulos que forman parte de la interesante producción literaria de Levrero, la cual se compone de novelas, cuentos y un experimento que conjuga en un mismo formato las características propias del ensayo, el relato y las memorias.

Mario Levrero, quien en el año 2000 fue distinguido por su buen desempeño como autor con una beca Guggenheim, falleció el 30 de agosto de 2004 en la ciudad que lo había visto nacer y consolidarse en el campo de la escritura.