A través de libros que, en español, se titulan “Lluvias”, “Equinoccio”, “Romance de la fiesta”, “El árbol de la lima”, “Nacimiento de la tragedia” y “Alejamiento”, el escritor macedonio Mateja Matevski enriqueció a la literatura universal, consiguió reconocimiento internacional y dejó una huella cultural importante que vuelve inmortal a su figura.
Este hombre que también desarrolló ensayos y acumuló experiencia como traductor y crítico literario nació el 13 de marzo de 1929 en Estambul.
Tras graduarse en la Facultad de Filología de la ciudad de Skopje, se ganó la vida como periodista de televisión y radio. Por ese entonces, aceptó el cargo de editor en un programa cultural y llegó a ser director general en un medio de la localidad donde había estudiado. Allí, asimismo, dio clases en la Facultad de Arte Dramático y trabajó para un sello editorial llamado Koco Racin.
Al repasar su trayectoria se advierte que Mateja integró en el municipio noruego de Molde la Bjornstjerne Bjornson Academy, presidió el consejo del Struga Poetry Evenings Festival y fue miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de Lengua Española.
Por su buen desempeño en el campo de la escritura, a lo largo de su carrera este afamado poeta acumuló distinciones que le fueron concediendo en Croacia, Suiza, Italia, España, Eslovenia y Macedonia, consagrándolo ganador de estímulos como el Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística, el Premio de Literatura Mediterráneo y el Premio de la Asociación de Escritores de Macedonia, por ejemplo. Tampoco se puede dejar de resaltar que varias de sus obras están disponibles en una veintena de lenguas y aún hoy conquistan a lectores de diferentes nacionalidades y generaciones.
Mateja Matevski, quien se encargó además de adaptar textos del francés, ruso, portugués, serbio y español, encontró la muerte el 6 de junio de 2018 en Skopje. Tras el funeral, sus restos descansan en el cementerio Butel.
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