La vida del diplomático, profesor y escritor dominicano Maximiliano Adolfo Henríquez Ureña, descendiente de la pareja compuesta por Salomé Ureña y Francisco Henríquez Carvajal, comenzó en Santo Domingo el 16 de noviembre de 1886. Para renovar el interés general por su legado, a continuación vamos a repasar sus vivencias y logros más trascendentes.
Tal como sucedió con su hermano Pedro, con quien compartió la pasión por las actividades intelectuales, Max tuvo oportunidad de viajar por el mundo y de instruirse en diversas naciones. Después de completar en su ciudad natal el bachillerato en Ciencias y Letras, por ejemplo, continuó su formación en Nueva York y, más tarde, consiguió en suelo cubano un doctorado en Filosofía y Letras.
En Santiago de Cuba, además, estuvo a cargo de diferentes instituciones y ofreció clases de Literatura, así como también brindó conferencias en la Universidad Federal de Río de Janeiro y creó la Sociedad de Conferencias en La Habana. Haberse desempeñado en Londres y en Washington como ministro plenipotenciario, haber sido secretario de Estado de Interior y Policía, y haber sumado experiencia como superintendente general de Enseñanza fueron otros de sus desafíos profesionales.
En materia literaria y cultural, este hombre que integró la Academia Nacional Cubana de Artes y Letras como miembro de número, participó en la Academia Dominicana de la Lengua y fue parte de la Academia Mexicana de la Lengua es recordado como autor de propuestas como “La independencia efímera”, “Panorama histórico de la literatura cubana”, “La conspiración de los Alcarrizos”, “Los yanquis en Santo Domingo”, “Breve historia del modernismo” y “Cuentos insulares”.
El 23 de enero de 1968, Max Henríquez Ureña encontró la muerte en Santo Domingo. Cabe destacar que, para rendirle tributo a su figura, se han bautizado con su nombre una calle, una sala universitaria y una escuela, por brindar algunas precisiones sobre los homenajes que ha recibido este escritor.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.