La vida del historiador y autor galo Michel Mohrt, quien fuera integrante de la Academia Francesa, comenzó el 28 de abril de 1914 en la localidad de Morlaix.
El también pintor, crítico literario, traductor y editor empezó en su adolescencia a demostrar interés por el universo artístico al ilustrar con grabados sobre madera un material del escritor Jakez Riou.
Ya de más grande, asistió a la Universidad de Rennes para instruirse en Letras y en Derecho y, a partir de 1937, se sumó a un estudio jurídico de su tierra natal.
La Segunda Guerra Mundial lo encontró participando en el ejército de los Alpes como oficial y, una vez que concluyó el conflicto bélico, continuó sumando experiencia como abogado en Marsella.
Este hombre que tuvo oportunidad de viajar a Estados Unidos (donde fue convocado para dar clases de Literatura Francesa en la Universidad de Yale) y a territorio canadiense fue contratado por el sello Gallimard como experto en Literatura Americana, además de realizar críticas literarias para “Le Figaro”.
En 1962, gracias a una propuesta que en español se ha conocido como “La prisión marítima”, Mohrt fue recompensado por la Academia Francesa con el Gran Premio de Novela. A lo largo de su trayectoria, asimismo, fue condecorado como Oficial de la Legión de Honor, recibió la Cruz de Guerra y fue nombrado Oficial de la Orden de las Artes y las Letras, independientemente de haber sumado popularidad a escala internacional por su buen desempeño para la escritura y sus conocimientos literarios.
Si bien su legado es extenso, no abundan, al menos por el momento, los textos de su autoría en castellano: más allá del título señalado líneas arriba, se puede conseguir “La novela americana contemporánea”, por indicar una alternativa que le puede resultar de interés a más de un aficionado a la lectura.
Cabe destacar que Michel Mohrt encontró la muerte en la capital de Francia el 17 de agosto de 2011.
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