A lo largo de la historia, el territorio argelino ha tenido varios representantes destacados del ámbito literario. Uno de ellos fue Mohammed Dib, un escritor que nació en la ciudad de Tremecén el 21 de julio de 1920.
Este autor que alcanzó popularidad tanto dentro como fuera de su país gracias a títulos como «La casa grande», «El incendio», «La danza del río» y «En el café» empezó a elaborar poesías durante su adolescencia, tras haber sufrido la pérdida de su padre.
A fin de colaborar con la economía familiar, el joven Mohammed no se limitó a probar suerte en el campo de la literatura sino que aceptó empleos de diversas índoles. Por ese entonces, para tener una base sólida que le permitiera desarrollar con profesionalismo su faceta de escritor, mientras sumaba experiencia como profesor, sastre, contador, intérprete y periodista, Dib estudió Literatura en la Universidad de Argel.
Quien fuera colaborador del periódico «Alger Republicain» contrajo matrimonio en 1952 con una mujer francesa y, a raíz de ello, abandonó por un tiempo su tierra para visitar Francia. Siete años más tarde, sin embargo, el autor fue expulsado de Argelia por respaldar la independencia argelina.
De regreso en suelo francés, este novelista que acumuló reconocimientos como el Premio Mallarmé y el Grand Prix de la Francophonie decidió afincarse en la comuna conocida como La Celle-Saint-Cloud y trabó amistad con Louis Aragón.
En la década del 70, Mohammed alternó la creación de textos con la docencia ya que fue profesor en instituciones como la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de París. Además, se animó a traducir al francés algunos libros finlandeses.
La vida del prolífico Mohammed Dib, uno de los escritores argelinos en lengua francesa más sobresalientes, llegó a su fin en La Celle-Saint-Cloud el 2 de mayo de 2003.
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