Naoya Shiga

El 20 de febrero de 1883 se produjo en una localidad de la prefectura japonesa de Miyagi el nacimiento de Naoya Shiga, quien se destacó en la creación de cuentos y novelas.

Este descendiente de un próspero banquero se instaló con sus familiares en Tokio a tres años de su llegada al mundo. Una década después, quedó huérfano de madre.

Sus abuelos fueron muy influyentes y presentes en su infancia, pero con su padre mantuvo un lazo distante que se tensó más cuando su progenitor volvió a contraer matrimonio y él, además de convertirse al cristianismo, empezara a comprometerse con problemáticas sociales.

Naoya, por ejemplo, quiso apoyar una protesta en contra de una mina de cobre. Sin embargo, como la entidad bancaria paterna poseía parte de la mina, su círculo íntimo impidió su participación. Tampoco fue aceptado su romance con una empleada del hogar, trabajadora que fue expulsada cuando Shiga expresó su deseo de casarse con ella.

En 1906, ya habiendo completado su formación en la escuela Gakushuin (época en la cual aportó textos a una revista escolar titulada “Boya”), comenzó a asistir a la Universidad de Tokio, aunque abandonó sus estudios en 1910 sin completar la carrera. Por ese entonces, impulsó el surgimiento de “Shirakaba”, publicación donde apareció su relato “Abashiri made”.

“Otsu Junkichi”, con inspiración autobiográfica, marcó en 1912 su debut como novelista profesional y su mudanza del hogar familiar por el escándalo que originó la trama. Con el tiempo, este autor enmarcado en el género literario definido en Japón como Watakushi-Shosetsu (caracterizado por historias en primera persona) amplió su producción con “Kamisori”, “Seibei to hyotan”, “Manazuru”, “Wakai” y “An’ya Koro”.

Quien fuera merecedor en 1949 de la Orden de la Cultura concedida por las autoridades niponas publicó, asimismo, “Kinosaki ni te” y “Sasaki no bai”. Tras luchar contra diversas patologías que debilitaron su salud, Naoya Shiga falleció el 21 de octubre de 1971 en la prefectura japonesa de Shizuoka.