Los libros firmados por Natalia Ginzburg sirven para apreciar el talento de esta italiana para la escritura, así como el artículo que María Merino publicó en Poemas del Alma años atrás es útil para conocer su legado más a fondo. Hoy, la idea es ofrecer información que invite a saber quién fue y cómo enriqueció a las letras de su país esta mujer que, además de dedicarse a la política, fue dramaturga, ensayista y novelista.
Natalia Levi, tal el nombre real de esta descendiente de la pareja compuesta por Lidia Tanzi y Giuseppe Levi, nació el 14 de julio de 1916 en el seno de una familia de buena posición económica afincada en la ciudad de Palermo. Su infancia, de todos modos, transcurrió en Turín, donde el clan se mudó por cuestiones laborales paternas.
“Los niños”, un cuento que apareció en las páginas de la revista “Solaria” fue la obra que, en 1933, marcó el inicio de su actividad literaria. En 1938, esta mujer que tuvo una formación laica, contrajo matrimonio con el intelectual Leone Ginzburg: meses más tarde, la familia se ampliaría con el nacimiento de Carlo, el primogénito de esta pareja que también traería al mundo a Andrea y a Alessandra.
En 1942, a dos temporadas de haberse instalado en la localidad de Pizzoli, Natalia debuta como novelista con “El camino que va a la ciudad”, propuesta que firmó con el seudónimo de Alessandra Tornimparte.
“Las tareas de casa y otros ensayos”, “Todos nuestros ayeres”, “Valentino”, “Las palabras de la noche”, “Sagitario”, “Querido Miguel” y “Léxico familiar” son otros trabajos pertenecientes a esta autora que, al tiempo de quedar viuda, rehízo su vida sentimental junto a Gabriele Baldini, con quien tuvo dos herederos: Susanna y Antonio.
Natalia Ginzburg, ganadora de reconocimientos como el Premio Tempo y el Premio Strega, falleció el 7 de octubre de 1991 en Roma.
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