El iraní Alí Esfandiarí, un autor que impulsó a la poesía nimáica también conocida como nueva poesía, nació el 12 de noviembre de 1896 en la provincia de Mazandarán. A la hora de firmar sus libros, este hombre que desarrolló su obra en farsi y en mazandaraní solía firmar con el seudónimo Nima Yushij, quedando en los registros asimismo como Nimá Yushich. Quien desee conocerlo o recordarlo tiene, a continuación, varios datos a disposición que ayudan a ampliar los conocimientos culturales y a sumar alternativas de lectura.
Según se cuenta, en su infancia Alí compartió jornadas de pastoreo y tareas de granja con su padre, Ebrahim Nurí. En ese marco, conoció pastores que solían entretenerlo con relatos sobre conflictos tribales e historias populares. Ese ámbito y esos testimonios dejaron en él una huella inspiradora que terminó marcando su producción poética.
Tras formarse académicamente en un maktab, Alí fue trasladado a Teherán, donde asistió a una institución educativa de esencia católica bautizada como St. Louis. La vida urbana y la religión, en contraste con el ámbito rural y las costumbres familiares, también le dio alas a su imaginación y potenció su espíritu creativo.
Con sus composiciones, Alí logró captar la atención de muchos intelectuales de su época, en especial cuando en 1946 brindó un discurso en el marco del Primer Congreso de Escritores Iraníes. Además, dejó un legado cultural interesante que aún cautiva, a escala internacional, a amantes del género poético.
Cabe destacar que Esfandiarí falleció el 6 de enero de 1960 en el distrito de Shemirán como consecuencia de un cuadro de neumonía. Sus restos, desde entonces, descansan en su localidad natal.
Para saber más sobre él y su labor como escritor vale la pena tener en cuenta publicaciones como “The neighbor says”, “Essays on Nima Yushij” y “When the elephants came”, por señalar algunas opciones a modo de referencia.
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