El 12 de octubre de 1810, en el estado brasileño de Río Grande del Norte, se produjo la llegada al mundo de la escritora y educadora Dionísia Gonçalves Pinto, popularmente conocida a través del seudónimo Nísia Floresta Brasileira Augusta.
Esta mujer, señalada como una precursora del feminismo en su país, tuvo como padres a la brasileña Antonia Clara Freire y al portugués Dionísio Gonçalves Pinto. Siempre es un buen momento para conocer o repasar sus vivencias a fin de saber cómo era y qué contribuciones culturales hizo esta representante de la literatura de Brasil, por eso a continuación haremos foco en sus datos biográficos.
Sus primeros pasos como exponente del campo de las letras los dio hacia 1831 en un periódico de Pernambuco. Para entonces estaba casada con Manuel Augusto de Faria Rocha, amor fruto del cual nació Livia Augusta.
Tras dirigir en Río Grande Do Sul una institución educativa para niñas, la autora se instaló en Río de Janeiro y fundó dos colegios. Por razones de salud de su hija, en 1849 marchó con ella a Europa a fin de obtener la mejor atención médica posible. En ese marco, pasaron largas temporadas en París.
“Opúsculo humanitario”, “Direitos das mulheres e injustiça dos homens” y “Conselhos a’ minha filha” son algunas de las publicaciones que permiten apreciar las habilidades para la escritura de Nísia, quien en marzo de 1856 tuvo a su texto “O pranto filial” publicado por “O Brasil Ilustrado”.
Entre 1872 y 1875, Floresta estuvo en su tierra natal aunque terminó retornando a Francia. Allí, en la ciudad de Ruan, encontró la muerte el 24 de abril de 1885 como consecuencia de un cuadro de neumonía. Sus restos fueron llevados al cementerio de Bonsecours. A modo de homenaje y con el objetivo de mantener vivos su recuerdo y legado, en 1995 Constancia Lima Duarte publicó una biografía titulada “Nísia Floresta. Vida e obra”.
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