El 1 de marzo de 1902 en el municipio valenciano de Petrel, la pareja integrada por Magdalena y Francisco l‘Hereu trajo al mundo a Francisco Mollá Montesinos, quien al crecer se destacaría como poeta y sería conocido popularmente como Paco Mollá.
Seis años después de su nacimiento, por razones laborales su familia, de origen humilde, se instala con él en territorio brasileño y, pese a no tener la posibilidad de asistir a la escuela, Mollá aprende a leer y a escribir a temprana edad en San Pablo. Temporadas más tarde, cautivado por el talento literario de personalidades como Fray Luis de León, Teixeira de Pascoaes y Antero de Quental, Paco comienza a elaborar sus primeras composiciones poéticas.
De regreso en territorio español, trabaja en una fábrica de calzado como montador mecánico y en 1929, ya habiendo realizado en Valencia el servicio militar, celebra su boda con una mujer llamada Justa Beltrán Tortosa.
Los años siguientes lo encontraron como sargento y luego como comisario político. También pasó, al término de la guerra civil, unas temporadas en prisión y, al recuperar su libertad en 1946 con la condición de no viajar a Petrel por un largo lapso, se instaló con su esposa en Elda, ciudad donde se dedicó a aportar textos a múltiples revistas y periódicos de la región.
“Luz en la senda”, “Orto”, “Canciones del valle (mi tierra)” y “Canciones del camino” son parte de los materiales que permiten apreciar a escala internacional la habilidad poética de Francisco Mollá, quien encontró la muerte el 22 de diciembre de 1989. Para mantener vivo su recuerdo y honrar su legado, de manera anual el Ayuntamiento de Petrel suele organizar junto a la Fundación Cultural Poeta Francisco Mollá Montesinos un certamen de poesía que lleva el nombre del autor y que busca reconocer obras desarrolladas tanto en castellano como en valenciano.
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