Panait Istrati

Al escritor rumano Panait Istrati, quien solía elaborar sus obras en lengua francesa, se lo recuerda con el apodo de «El Gorki de los Balcanes».

De él se cuenta que nació en Braila el 10 de agosto de 1884, que su madre era una lavandera llamada Joita Istrati y que su padre fue un contrabandista griego al que jamás conoció.

Dicen aquellos que se dedicaron a recopilar información sobre su vida y obra, que Panait tuvo varios empleos antes de adquirir relevancia como escritor pero, a pesar de sus esfuerzos y sacrificios cotidianos para conseguir dinero, siempre se hacía tiempo para despuntar el vicio de la lectura que arrastraba desde temprana edad.

Hacia 1907, impulsado por su deseo de probar suerte en el mundo de las letras, comenzó a enviar algunos textos de su autoría a periódicos socialistas rumanos y mal no le fue: «Romania Muncitoare» publicó su artículo «Hotel Regina» y, más tarde, sus cuentos «El redentor», «El caballo de Balan», «Nuestra familia» y «Primero de Mayo». Con el paso del tiempo, también ganó espacio en medios izquierdistas como «Dimineata», «Adevarul» y «Viata Sociala».

Entre 1913 y 1914, Istrati recorrió Bucarest, Estambul, El Cairo, Nápoles y París antes de instalarse en Suiza, país donde se estableció con la ilusión de recuperarse de la tuberculosis que lo aquejaba. En ese contexto, este hombre que había fracasado dos veces en el plano sentimental con matrimonios que no prosperaron conoció al escritor sionista Josué Jéhouda, quien llegó a ser para él no sólo un gran amigo sino también su tutor de francés.

«Isaac, el alambrero», «El pescador de esponjas: páginas autobiográficas», «La casa Thüringer», «El capitán Mavromati y otros estudios», «Los cardos del Baragán» y «El tío Anghel» son algunos de los títulos que forman parte de la producción literaria de este escritor que provocó admiración y ejerció influencias con su legado en figuras como Camilo José Cela.

Panait Istrati encontró la muerte en el Sanatorio Filareto de Bucarest el 18 de abril de 1935. Desde entonces, sus restos descansan en el cementerio de Bellu.