Al buscar información sobre el surrealismo descubrimos que, entre los principales impulsores de este movimiento, estuvo el político y escritor francés Philippe Soupault, cuya vida y obra vamos a repasar en esta oportunidad para renovar el interés general en torno a su figura.
Soupault, quien trabajó de manera activa junto a Louis Aragon y a André Breton para difundir los lineamientos surrealistas, nació el 2 de agosto de 1897 en la comuna francesa de Chaville. En 1919, en colaboración con sus colegas, este tercer descendiente de la pareja conformada por Cécile Dancongnée y el médico gastroenterólogo Maurice Soupault dio origen a la revista titulada “Littérature” pero algunas temporadas después comenzó entre ellos un distanciamiento que derivó en la decisión de Breton de no considerar a Soupault como un surrealista ya que, según sus consideraciones, él fumaba cigarrillos ingleses y había creado un relato realista.
Durante la época de la Segunda Guerra Mundial, este autor que supo vivir un tiempo en Túnez fue capturado por los nazis y recuperó su libertad en 1943, año en el cual se instaló en Argel. Más tarde, residió algunas temporadas en suelo estadounidense (época en la cual dictó clases en Swarthmore College) y, finalmente, en octubre de 1945 retornó a la nación que lo vio nacer. En todo momento y lugar lo acompañó siempre su pasión por la literatura, un arte al que él enriqueció con novelas, ensayos y poesías.
“Los campos magnéticos”, “Memorias del olvido”, “Rosa de los Vientos”, “El bar del amor”, “Las últimas noches de París” y “El buen apóstol” son parte de los títulos más sobresalientes de Philippe, algunos de los cuales han sido traducidos a una gran cantidad de idiomas.
El 12 de marzo de 1990, Philippe Soupault, quien tuvo dos hijas (Nicole, fruto de su amor con Suzanne Pillard Verneuil y Christine, nacida de su vínculo con Marie-Louise Le Borgne), encontró la muerte en la capital de Francia.
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