El italiano Pier Paolo Pasolini, además de haber sido un prolífico escritor, se destacó a lo largo de su vida como director de cine. Su vida comenzó el 5 de marzo de 1922 en Bolonia, en el seno de una familia que conjugaba, por el lado paterno, raíces nobles de la región conocida como Romaña y, de parte de madre, antepasados campesinos friulanos.
Quien fuera estudiante de la Universidad de Bolonia descubrió a temprana edad sus habilidades para la creación poética. De todos modos, recién rasguñando los veinte años comenzó a publicar sus poemas.
En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes lo capturaron pero consiguió escaparse. Ya concluido el conflicto bélico, Pasolini se adhirió al Partido Comunista Italiano: de allí fue expulsado años más tarde, según se cuenta, debido a su condición de homosexual.
“Las cenizas de Gramsci” (obra distinguida en 1957 con el Premio Viareggio), “El ruiseñor de la Iglesia Católica”, “La mejor juventud”, “La religión de mi tiempo”, “Poesía en forma de rosa”, “Muchachos de la calle”, “Una vida violenta”, “Orgía” y “Mujeres de Roma” son sólo algunos de los títulos que forman parte de su producción literaria.
Su experiencia como cineasta, tal como se advierte al repasar su trayectoria, comenzó a partir de 1961. “Accattone”, “Mamma Roma”, “El Evangelio según San Mateo” y “Pajaritos y pajarracos” son algunos de los filmes que dirigió.
La vida de Pier Paolo Pasolini concluyó de forma trágica el 2 de noviembre de 1975. Semanas antes de ser asesinado, el autor sufrió presiones políticas y amenazas de muerte a raíz de su película “Saló o los 120 días de Sodoma”. Más allá de estas persecuciones, aún varias décadas después de su fallecimiento no se puede saber con certeza quién ni por qué razones decidió matarlo. Ni siquiera está claro cuántas personas estuvieron detrás de este hecho lamentable ocurrido en la ciudad italiana de Ostia.
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