El 13 de febrero de 1933 se produjo en la ciudad española de Jerez de la Frontera el nacimiento de María del Pilar Paz Pasamar, una mujer que comenzó la actividad literaria a edad temprana y supo, a fuerza de trabajo y talento, ganar reconocimiento y respeto dentro del mundo de las letras.
Siendo una preadolescente, quien fuera alumna del colegio madrileño Sagrado Corazón de las monjas carmelitas logró publicar textos de opinión en el diario jerezano «Ayer». Años más tarde, la también estudiante de la Facultad de Letras de la Universidad Complutense de Madrid (donde tuvo como profesores a Joaquín Rodrigo y a Gerardo Diego) debutaría como poetisa al publicar «Mara», un trabajo que recibió elogios de Vicente Aleixandre y de Juan Ramón Jiménez, por citar a dos de los autores que alabaron la obra.
En 1954, esta asidua asistente a las tertulias celebradas en el café Gijón consigue quedarse con el accesit del Premio Adonais gracias a la buena repercusión de «Los buenos días» y, meses después, edita «Ablativo amor».
Ya convertida en una autora consolidada, celebra en 1957 (año de lanzamiento de su propuesta titulada «Del abreviado mar») su boda con Carlos Redondo, con quien se afinca en Cádiz. Sólo la muerte logró separar a la pareja: Pilar, una de las integrantes de la Academia de San Dionisio y miembro de número de la Academia Hispanoamericana de Cádiz, quedó viuda en 1997 y, en honor a su entrañable compañero, elaboró los versos que aparecen en «Sophía».
«La soledad contigo», «Poesía femenina de lo cotidiano», «Violencia inmóvil», «La torre de Babel», «Philomena» y «Los niños interiores» son otros de los títulos que forman parte de la producción literaria de esta prolífica poetisa que, en diciembre de 2004, fue reconocida por las autoridades de Cádiz como «Hija Adoptiva de la Ciudad».
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